Se llama Bloom,
pero su nombre da pocas pistas sobre ella, hablamos de una increíble granja futurista que podría
acabar siendo un invento perfecto.
Para empezar
a explicar esta nueva granja es necesario saber que tiene forma circular, y es su
estructura esférica lo que le hace aumentar puntos para afrontar el cambio
climático y las subidas del nivel del mar gracias a su gran sensibilidad a los
cambios, mientras su interior hospeda acuarios de gran tamaño que cultivan
fitoplancton.
El fitoplancton juega un papel clave en su eliminación, pues los océanos son
grandes sumideros de carbono, por lo que estas granjas se situarían en lugares
estratégicos, justo allí donde fueran más necesarias, pues su estructura es
fácil de instalar, ya que está anclada al
fondo del mar por un sistema de cables.
Lo de cultivar
fitoplancton y en general, organismos marinos microscópicos, es la
esencia de la cuestión, pues está estructurada para permanecer semi-sumergida
en aquellas áreas oceánicas que necesitan del oxígeno.
Su labor es reforzar la absorción
de dióxido de carbono (CO2) y su transformación en oxígeno gracias
a la fotosíntesis.
Zonas más afectadas
Según sus creadores, Sitbon Architectes, el
funcionamiento servirá para regular la cantidad de oxígeno en las zonas gravemente
afectadas por el calentamiento global.
A su vez, contiene un mecanismo que es capaz
de convertir el agua
salada en agua dulce e
incluso podría llegar a servir para cultivar algas comestibles o también para
su uso como biomasa.
Además de su monitoreo de los niveles del mar se le suma la
capacidad que tiene para detectar
tsunamis y emitir alertas, esto lo hace más interesante. Además del
beneficio que brinda a las personas, tanto de prevención como conocimiento.
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